iaps2CERN 2018 ha sido una experiencia magnífica. Durante cuatro días, del 6 al 9 de marzo, 40 estudiantes de física de 16 países diferentes hemos estado en Ginebra, en un entorno completamente científico e internacional.

El primer día, nada más llegar, nos dirigimos al hostal donde nos hospedamos las tres noches. Allí, los organizadores nos esperaban con camisetas del evento y, mientras esperábamos a que llegasen todos, nos fuimos conociendo.

Esa misma tarde fuimos a la universidad de Ginebra, donde nos dieron varias charlas sobre física del estado sólido y microscopía de sonda de barrido, y finalmente nos enseñaron el laboratorio de microscopía por efecto túnel.

El camino de vuelta al hotel lo hicimos caminando en lugar de en tranvía. Así, aprovechamos para hacer un pequeño tour por la ciudad, pues los organizadores la conocían bien.

El segundo día, tras un pequeño madrugón, fuimos finalmente al CERN. Nada más llegar, nos recibieron varios estudiantes que estaban haciendo el doctorado allí, y nos dieron una pequeña charla en la que nos explicaron cómo llegaron allí y las diferentes oportunidades que ofrece el CERN, como el Summer Student Programme.

Por la tarde, visitamos el RD-51: un proyecto basado en la investigación y desarrollo de los detectores Micro-Pattern. Primero nos dieron una charla sobre los diferentes tipos de detectores que existen y después visitamos el laboratorio, donde pudimos verlos todos.

Esa noche al volver al hostal tuvimos la Nations Evening: una noche en la que cada persona llevó comida (o bebida) típica de su país, y lo compartimos entre todos.

Al día siguiente, tras otro no tan pequeño madrugón, visitamos el LHCb: un detector cuyo objetivo es estudiar las asimetrías entre materia y antimateria mediante el quark beauty. Como este experimento estaba en la parte francesa del CERN, tuvimos que ir en autobús desde la entrada (que está en Suiza). Nada más bajar, teníamos delante de nosotros una de las imágenes más bonitas que guardo en mi memoria: los Alpes nevados.

En el LHCb fuimos recibidos con una charla sobre el detector, donde nos explicaron cómo funciona, componente por componente. Después, nos pusimos los cascos del CERN y bajamos 103,4 metros en ascensor para ver tanto el LHCb como DELPHI, un antiguo detector que se jubiló en diciembre del 2000.

Por la tarde volvimos a la parte suiza del CERN y visitamos ISOLDE: una instalación dedicada a la producción de haces de iones radioactivos para diferentes experimentos. Aparte de visitar el laboratorio, nos explicaron las principales aplicaciones de estos iones radioactivos, que se utilizan principalmente en MEDICIS: la parte del CERN que investiga aplicaciones médicas de la física de partículas, como posibles tratamientos contra el cáncer.

Finalmente, el último día del viaje visitamos la ONU, donde nos hicieron un pequeño tour por las instalaciones y nos explicaron un poco de su historia. Sólo puedo decir cosas buenas de este viaje: he conocido a personas fantásticas con las que todavía mantengo el contacto, he aprendido más de lo que podría imaginar (¡en el CERN!) y me lo he pasado demasiado bien.

Espero que todos los que me leáis tengáis la oportunidad de vivir esta experiencia como la he vivido yo. Y, si lo estáis dudando, no lo penséis más y ¡adelante!

Si quieres ver alguna de las fotos del viaje, pincha aquí.